Primero que todo. Un abrazo muy grande de despedida a Danny, que se va de las pistas y espero que sea muy feliz contruyendo su vida.

Segundo, antes de empezar este relato necesitan saber mi aprecio por el mundo animal, y más específicamente por los canes, vaya que los adoro! soy de los que anda haciéndole cariño a los perros de la calle, mientras el resto les da asco.

Bien, con esa aclaración les quedará me encontrarán menos freak, jeje.


Todo empezó hace unos... mm... 13 años diría yo, más o menos. Por esos años yo había adoptado una mascota bastante peculiar: un Chinchilla. Que es eso? me han preguntado más de alguna vez... Una explicación simple: es un roedor, de una piel increíblemente fina y suave, que mientras yo lo tenía de mascota y lo alimentaba, otros usaban 150 de ellos para hacer un solo abrigo.

En fin, desgraciadamente y con una enorme pena lo vi morir en mis brazos, cuando estaba como en segundo medio.

En mi casa habíamos tenido ya dos perros, que terminaron viviendo en la casa de mi abuela, porque el depto y mi madre no aguantaron. Con este precedente no era de esperar que, en vista de mi pena por la muerte de mi Chinchilla, mi madre me propusiera tener un perro.

Wow! aqui es donde la historia comienza.

Yo no soy de comprar perros. Jamás gastaría un peso por un perrito habiendo tanto canino botado en la calle, además debo admitir que la personalidad de los que son "callejas" me encanta.

Asi fue como a mi corta edad, y aun ignoro de donde vino esa loca idea en mi cabeza: salí en las noches, con galletas en los bolsillos, a buscar perros cerca de mi casa.
Jaja! sí, puede sonar raro. Pero más raro aún es que parte del casting exigía que pasaran una noche en mi departamento, jaja.

La primera vez, encontré un perro negro de raza grande, era joven y "demasiado" juguetón. Esa noche fue a mi casa, le di comida y logré que se quedara tranquilo al lado de mi cama. Al otro dia lo solté, y se fue rápidamente. Ya saben lo que dicen... si amas a alguien déjalo ir, si vuelve es tuyo, y si no, nuca lo fue..jeje. Nunca volvió, pero me acuerdo que me lo encontraba en el parque y se me tiraba encima, y me mordía jugando, asi que opté por evadirlo, jeje.

Pasé por algunos perros más, teniendo los mismos resultados: ellos comían, dormían calientitos y al otro día "shao pescao".
Hasta que una noche me encontré con un conglomerado de perros! un "Cardumen"! jaja..(no crean que no sé que es bandada) Y dije: "esta es la mía, de aqui me vuelvo con mi perro"... Al final me siguieron todos!! Yo le había echado el ojo a uno bien bonito, que ahora ya ni me acuerdo como era...
La cosa es que me vi como con 5 perros en el living de mi casa!!! jaja, me acuerdo que estaba mi hermano cuando llegamos, y ahi finalmente dejé a uno de los más piolas, a una perrita chica, con las pechugas grandes como que había parido hace poco, y flacuchenta, pero su cara era adorable.

La siguiente etapa era que se quedara esa noche. Ella era super dócil y educada, jaja (alguno ya cree q estoy chalado?) Pero como todos los otros al otro día le abrí y se fue...

Ya no recuerdo si fue el mismo día o después, que sucedió lo que hasta ahora me encanta...Sin que nadie la llamara ella vino a tocar la puerta, solita rascó sutilmente (cuando agarró confianza se empezó a tirar como carnero) la madera... Entonces le abrí emocionadísimo, le di comida y jugué con ella.

Más adelante sabría que no era la única casa donde hacía eso, jaja. Pero sólo dormía en la nuestra. Tuvo sus 10 perritos en mi pieza!!!, y de a poco se empezó a quedar conmigo solamente.

De eso ya van más de 10 años, ahora está más viejita, y se queda más en la casa. Todo el mundo la adora, porque de verdad es muy adorable.

Tengo "N" fotos de ella, la he tenido de wallpaper, la perla duerme en mi cama... la adoro. Y la verdad yo sé que van muchos años que ha estado conmigo, pero no quiero ni pensar en que se pueda morir, porque si ella se muere yo también me muero.





A Todos Los Perros Del Mundo...





eGO!

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